Comida y encuentro especiales

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El martes pasado, JOSÉ PEDRO DE FRUTOS me invitó a acompañarle en una COMIDA que había organizado para “celebrar su buen estado de salud” con D. JUAN ANTONIO ROMO, quien fue nuestro segundo director en el Colegio Salesiano de Arévalo durante el período 1959 a 1961. También le acompañaron, por expreso deseo, Mariano García y Manuel Agudín. Hace poco tiempo, José Pedro había sufrido un susto poco saludable, que ya ha superado porque todas las pruebas médicas le dan “apto para seguir viviendo”.

¡Qué momento más emotivo el poder dar un abrazo cordial a D. Juan Antonio después de 52 años!

La verdad es que lo encontramos “hecho un chaval” octogenario, lleno de simpatía, alegría, cordialidad, locuacidad, memoria prodigiosa, agilidad corporal (a pesar de su operación de columna), vitalidad y obediencia salesiana, y con buen apetito, pues “su salud está a prueba de bomba” no necesitando dependerla de ningún medicamento. Ahora trabaja en la Parroquia Salesiana del Colegio de Estrecho.

Recordamos aquellos años del internado de Arévalo, que exigieron a los superiores o profesores mucho trabajo y dedicación constante para la formación integral de los “aspirantes”, buscando también una alimentación adecuada dentro de los escasos recursos económicos con los que contaban. Todo ello mientras “dábamos buena cuenta” de una paletilla de cordero segoviano, acompañada de ensalada, vino tinto de Rioja, postre pastelero, café y licor de hierbas.

José Pedro fue espléndido y locuaz, “proclamando a los cuatro vientos que sigue vivo”. Nosotros le coreábamos “…y por muchos años”.

Hablando de nuestro grupo “Estudiantes Salesianos 1956-1965” y de otros grupos –como el Grupo “Moher24” y el Grupo de Burgos-, de su vitalidad y funcionamiento, D. Juan Antonio nos propuso realizar un ENCUENTRO CONJUNTO EN EL AÑO 2015 con motivo del Bicentenario del Nacimiento de Don Bosco en el que pudieran participar todos los grupos de exestudiantes salesianos y los profesores o superiores que estuvieron durante aquellos años de internado. La propuesta queda recogida y publicada. Su realización dependerá de la voluntad mayoritaria de las personas que formamos los grupos.

Al final de la comida, D. Juan Antonio obsequió a José Pedro con un recuerdo de su etapa boliviana y Mariano, con un bolígrafo “salesiano” que contenía un “pendrive”.

Después de despedir a Mariano porque debía atender sus obligaciones, cogimos un taxi para llevar a D. Juan Antonio a Estrecho, mientras tuvimos la oportunidad de entablar un debate económico y político con el taxista cacereño, y continuar hasta la casa de José Pedro para “cuidar la salud de su ordenador” con un nuevo antivirus gratuito, ya que le había caducado el que venía instalado cuando lo compró.

¡Enhorabuena, José Pedro! Sabes cuidar tu salud y la de tu ordenador. Y gracias por habernos ofrecido unas horas magníficas, de primera.

…Y gracias a D. Juan Antonio por su gratísima compañía.