Antiguos alumnos siempre con María Auxiliadora y Don Bosco

A los 9 años, Juan Bosco, recibe un mensaje en el sueño que guiará toda su vida. María será siempre su Maestra. El, dejándose acompañar, descubrirá que Dios le llama a ser sacerdote. Objetivo: educar a los niños y jóvenes, ayudándoles a cambiar de actitud: de ser como animales salvajes a ser como mansos corderos, para transformarse algunos más tarde en estupendos educadores de otros jóvenes.

Mamá Margarita inculca a Juanito el amor a María, enseñándole las oraciones populares para rezar diariamente.

Don Bosco está convencido que los tiempos que corren le lleva a pensar que ciertamente. «La Virgen quiere que la honremos con el título de Auxiliadora: los tiempos que corren son tan difíciles que tenemos necesidad de que la Virgen nos ayude a conservar y a defender la fe cristiana».

A los 45 años en otro sueño la Virgen le indica que quiere ser honrada con el título de Auxiliadora. Le indica, además, donde quiere que le sea construido un templo, que será la actual Basílica de María Auxiliadora. Buscará dinero de las piedras: Cada ladrillo del santuario será un milagro de María Auxiliadora.

El día 24 de mayo, marcado por la Fiesta de María Auxiliadora

Recordemos algunas frases de Don Bosco: “María ha sido siempre mi guía. El que pone su confianza en ella nunca quedará defraudado. María Auxiliadora quiere la realidad, no las apariencias. Camina con los pies en la tierra, pero teniendo la mirada y el corazón en el cielo”.

Los antiguos alumnos siempre han recordado el mes de mayo como un mes especialísimo para honrar a la Madre del Cielo. Y sobre todo han celebrado la Fiesta de María Auxiliadora participando a ser posible en una Eucaristía y viviendo su amor procesionando con ella.

Siempre, en todo momento, en las alegrías y en las penas, siempre diremos en nuestro corazón: Tengo una Madre que me ayuda, es mi Madre del cielo.  Con ella siempre podré marchar adelante y como buen salesiano en el mundo podré colaborar en la creación de un mundo más justo, donde se respeten los derechos humanos y los jóvenes tengan más facilidad de encontrar trabajo digno y un futuro mejor.

He encontrado esta oración en internet: «Te llamo Auxiliadora».

«He aprendido a llamarte Auxiliadora, / he aprendido a quererte y a rezarte. / Estoy aquí para ofrecerte / lo poco que soy, lo poco que tengo. / Madre, Virgen Auxiliadora, / sé tú mi maestra, / sé tú mi modelo, / para que pueda comprender / lo que tu Hijo Jesús me pide, / desde lo que soy, desde lo que tengo, / desde esta vida mía. / Madre, Virgen Auxiliadora, / vuelve hacia mí tus ojos, / que yo los he puesto ya en Ti. / Amén».

El Himno a María Auxiliadora puede servirnos para mostrarle que estamos «rendidos a tus plantas» y que proclamamos «los cristianos te aclaman su Auxiliadora». (Se puede acceder al vídeo que recoge el Himno a María Auxiliadora haciendo clic sobre el enlace).

Jesús Sáez, sdb